Una lápida más,
tapa el nicho mortuorio
del que está en la foto.
Un hombre de edad indeterminada,
de cabellos cortos, y entradas,
mirada que quiere seguir viviendo,
y una perenne sonrisa marcada.
Su nombre grabado en el granito,
con dos fechas distanciadas en el tiempo,
y nos sorprende la brevedad de su vida,
que colmo con matrimonio e hijos,
Un epitafio para el recuerdo de la eternidad,
ojalá el mío fuera así:
“No murió,
cambio el capo de batalla
para seguir luchando por sus sueños,
sueños de paz,
sueños de armonía, ilusión, esperanza,
sueños de amor”
En ese mismo campo de batalla
quiero combatir junto al desconocido
que hoy, sin saber por qué,
flores a su tumba le traigo.
Paco
19-09-10
domingo, 19 de septiembre de 2010
epitafio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
