Dime en que laberinto te has metido,
cual es la dirección a seguir,
pérdida de felicidad en cada escalón que bajes,
porque no te diste la oportunidad.
Y no sabrás si llegaras al final,
ni siquiera si hay final,
porque la oscuridad te ciega,
y el miedo te posee.
Y mientras bajas te dejas algo,
añoranzas, sentimientos de antaño,
que se van perdiendo en el recuerdo,
porque llueve sobre mojado.
Sigues con la terquedad
de dejarte llevar sabiéndolo dañino,
doliéndote cada paso,
y se te hiela la memoria,
Te regalo la esperanza,
de que cuando llegues al final,
podrás dar la vuelta,
y volver a comenzar.
Tirar caretas oscuras,
absurdas y destructivas,
que te han llevado por el sendero,
del descenso en vertical.