La maldad...
Aquel que anda abrumado
es el malvado, no se atreve, y es errante
la mirada tiene vacilante
encorvándose para no ser alcanzado.
No encara la mirada del valiente
no puede con el toro,
el desengaño será sonoro
en su estupidez caliente.
La bondad le hará frente
en contienda limpia,
y reluciente.
No te metas conmigo málevo
que saldrás trasquilado,