Doy la espalda, me alejo
atrás queda la casa
prisión y tormento de tanto tiempo.
Doy la espalda, no más
paredes que albergaron mis ilusiones
convertidas en lágrimas
cristalizadas de amarguras.
casa de lluvia y viento
que nunca cobijaron
tus ternuras y sentimientos.
Doy la espalda, camino sin regreso
solo quedó tu ego
mis deseos acallados
mis caricias sembradas
en tu corazón desolado.
Doy la espalda, no vuelvo
a las tardes oscuras
a los fríos de madrugada
a la alcoba congelada
donde se me helaba el alma.
Mariant Iberi.