cuando supe al caer
el día,
que mi nombre
había recibido,
con aplausos,
en algún rincón de esta tierra,
no fue una noche
feliz,
la que siguió a ese día;
ni tampoco fui feliz
el día que siguió,
pero el día que abandoné
el amanecer,
el lecho de la salud
perfecta,reposado,cantando,
aspiré el aliento
del otoño en primavera
cuando caminé por la playa
y desaparecí en la luz,
me sumergí en la mar,
riendo,con el agua fría,
y cuando mi amado
estaba
ya en camino,
para unirnos
oh entonces fui muy feliz!
lidia-la escriba
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