Mi piel pide a gritos tu mano, pide a gritos tus caricias, pide a gritos tus labios, mas tengo miedo.
Hace mucho que nadie anda por mis caminos, que nadie recorre mis dunas, que nadie entra en mi bosque... y tengo miedo.
Pero ansío de ser visitada, ansío ser caminada, subida y bajada, salida y entrada. Mis caminos ya no tienen huellas. Las que había las ha borrado el viento, el tiempo, pero tengo miedo.
Y lo tengo porque no sé si te veré a ti o le veré a él. No sé si te sentiré a ti o le sentiré a él. No sé si me entregaré a ti o lo haré a él... y tengo miedo de que aún sea suya, pues aún le siento mío.
Por eso tengo miedo, pero aún así espero tu llegada.