de un invierno,
se reunieron los amigos,
de tiempos y distancias,
en esa esquina,que no es otra,
llevando un bolsito,arrugado,
la merienda de hoy,de mañana;
por las calles vacías,
a esa hora,
caminaron despacio,
mirando el cielo,
de cuando en cuando,
dejando una lágrima,colgada,
en la estrella del sur;
Juan Parez,se abriga
del pampero y
de achica para dentro,
su cabecita,pobre,entre
los hombros;
y se mira despacio,
en la última
vidriera,del ultimo comercio;
por un camino, de greda,
camina despacio,
junto a los amigos,
de tiempo y de distancia;
una luz muy roja,
lo toca en el costado
y se mueve sin tino,como un títere dormido;
Juan Perez,se ve en el silencio,
se ve en la boca de angustia
de algún grito;
en la serranía que toca a degüello,
se ve en la curiosas disputa,
de los ojos;
un zapato brilloso,
paso por su nariz,el espejo de
su bronca,
y el frío del cielo,lo mira,
silencioso;
el pampeano,desperezó,la noche,
la noche provinciana,
y la acequia,es un río colorado,
de estribillos y banderas,
de cabecita pobre,
se escapa de los hombros
y mira con sus ojos
de amatista,crudo,
de aguas estancadas,
hacia la esquina,chica,
de su silencio ,único;
se murió Juan Perez,
amigos,de los otros!
lidia-la escriba imagen de la red
se reunieron los amigos,
de tiempos y distancias,
en esa esquina,que no es otra,
llevando un bolsito,arrugado,
la merienda de hoy,de mañana;
por las calles vacías,
a esa hora,
caminaron despacio,
mirando el cielo,
de cuando en cuando,
dejando una lágrima,colgada,
en la estrella del sur;
Juan Parez,se abriga
del pampero y
de achica para dentro,
su cabecita,pobre,entre
los hombros;
y se mira despacio,
en la última
vidriera,del ultimo comercio;
por un camino, de greda,
camina despacio,
junto a los amigos,
de tiempo y de distancia;
una luz muy roja,
lo toca en el costado
y se mueve sin tino,como un títere dormido;
Juan Perez,se ve en el silencio,
se ve en la boca de angustia
de algún grito;
en la serranía que toca a degüello,
se ve en la curiosas disputa,
de los ojos;
un zapato brilloso,
paso por su nariz,el espejo de
su bronca,
y el frío del cielo,lo mira,
silencioso;
el pampeano,desperezó,la noche,
la noche provinciana,
y la acequia,es un río colorado,
de estribillos y banderas,
de cabecita pobre,
se escapa de los hombros
y mira con sus ojos
de amatista,crudo,
de aguas estancadas,
hacia la esquina,chica,
de su silencio ,único;
se murió Juan Perez,
amigos,de los otros!
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http://www.deloquenosehabla.blogspot.com