Entre ramas mecidas por el viento,
mi cuerpo mecido por tus manos.
Entre cantos de pájaros despidiendo el día,
en mis oídos cantan tus susurros.
Entre aromas de los árboles y flores,
tu axpiras mi piel.
Y yo cierro los ojos...
Y lo hago porque me gusta el juego,
de ramas y cuerpo mecidos,
de cantos y susurros,
de aromas de árboles y de cuerpos,
y me abro a esa marea de sensaciones,
me envuelven, enervan mis sentidos,
y se mezclan formando un todo,
que me hacen cerrar los ojos
y vibrar con ellos, contigo.
Para Fernando