Vapuleo como loca en el aire,
mis manos cortan como cuchillas
la sinrazón que me rodea,
el no entiendo que me ahoga.
Y a cada manotazo mi piel se rasga,
se abre y la sangre no mana,
estalla cuarteada como hoja seca,
la vida ya no corre por sus venas.
Ya no hay lágrimas en mis ojos ciegos,
mi lengua trapo, pegada al paladar,
polvo sale de mi garganta,
al querer gritar el no comprendo.
Que me sesgue la güadaña de esa sombra,
hace años que la reto y me desprecia,
y esa losa marmol yo deseo,
y esa tierra que tragarme yo espero.
Foto: Carmela