El viernes 23 de Enero a las 2 A.M, con solo
62 años, murió Pedro Lemebel. Ya
sabíamos que tenía un cáncer en la laringe, porque él lo contó en las distintas y gratas visitas a
nuestra Perla del Norte. Incluso relataba, jocosamente, que podría ponerse
“cuatro tetas” con la plata que gastaría para una de sus tantas intervenciones
para aplacar el duro avance de esta
terrible enfermedad y aprovechaba de criticar, con justa razón, lo caro que
resultaba el tratamiento que pretendió dejarlo sin voz, pero como bien se decía
en el comunicado, ¿quién podría dejar sin voz a Lemebel? Su voz existe y
persistirá por siempre.
Comenzó su carrera artística en los años ochenta, en plena dictadura militar. Desde los márgenes urbanos, Lemebel hizo propia la resistencia político-cultural, la crítica social y una férrea defensa de los Derechos Humanos. En 1987, junto a Francisco Casas, fundó el colectivo de Artes, Las Yeguas del Apocalipsis, cuyas performances marcaron un hito en la escena artística del país, a través de irrupciones plásticas, poéticas, fotográficas y de video que abogaban por el rescate de la memoria, el cuerpo homosexual, la recuperación de la democracia y la libertad de expresión. En 1995, Pedro Lemebel publicó “La esquina es mi corazón”, su primera recopilación de crónicas urbanas. En 1996, “Loco afán: Crónicas de sidario”. En 1998, “De perlas y cicatrices”. En el 2003, “Zanjón de la Aguada” .En el 2004, “Adiós mariquita linda”. En el 2008, “Serenata Cafiola”. En el 2012, “Háblame de amores”. La antología “Poco Hombre” en el 2013 y su novela “Tengo miedo torero”, publicada en el 2001. Sus obras fueron traducidas a diferentes idiomas y recibió premios literarios como Anna Seghers de Alemania en el 2006 y el de José Donoso en el 2013.
Comenzó su carrera artística en los años ochenta, en plena dictadura militar. Desde los márgenes urbanos, Lemebel hizo propia la resistencia político-cultural, la crítica social y una férrea defensa de los Derechos Humanos. En 1987, junto a Francisco Casas, fundó el colectivo de Artes, Las Yeguas del Apocalipsis, cuyas performances marcaron un hito en la escena artística del país, a través de irrupciones plásticas, poéticas, fotográficas y de video que abogaban por el rescate de la memoria, el cuerpo homosexual, la recuperación de la democracia y la libertad de expresión. En 1995, Pedro Lemebel publicó “La esquina es mi corazón”, su primera recopilación de crónicas urbanas. En 1996, “Loco afán: Crónicas de sidario”. En 1998, “De perlas y cicatrices”. En el 2003, “Zanjón de la Aguada” .En el 2004, “Adiós mariquita linda”. En el 2008, “Serenata Cafiola”. En el 2012, “Háblame de amores”. La antología “Poco Hombre” en el 2013 y su novela “Tengo miedo torero”, publicada en el 2001. Sus obras fueron traducidas a diferentes idiomas y recibió premios literarios como Anna Seghers de Alemania en el 2006 y el de José Donoso en el 2013.
¡Quedaron pendientes el Premio Nacional, otros libros
y crónicas que remecieran nuestras
almas, comentarios suyos y salidas de madre
que sacaran ronchas, nuevas reivindicaciones y performances,
pero seguro que ya estará con su amiga, Gladys, poniéndose al día! Solo
nos queda rescatar la imagen del Pedro combativo
(que enfrenta las vicisitudes de la vida
de la mejor forma, con el comentario espontáneo y sacando siempre, con sus
geniales salidas, una reflexión o una risa)
¡y por supuesto, su vasta y significativa obra literaria con su prosa y
lenguaje inconfundible!... ¡Hasta siempre, querido compañero!
© MARÍA ROSA RODRÍGUEZ ARAYA