Informate en Comunidad News, Click aquí--->

¡Bienvenidos a "Ejercito de Poetas"!

Sean ustedes muy bienvenidos a unirse a este pelotón de poetas, que esperamos sea un ejercito dando batalla y conociendo rincones inhóspitos de los paisajes del valle interior...

contacto para inscripción: poetasanonimosblog@gmail.com

Para empezar a publicar solicita la invitación a nuestro correo electrónico: REGISTRATE AQUÍ

jueves, 12 de agosto de 2010

¿A qué Hora la Muerte Duerme?

“Los deseos son más preciosos cuando no pueden cumplirse”

Gelindo Casasola
(Udime, Italia, 1956-Mérida, Venezuela, 1980)

















































“La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.”

Francois Mauriac
(1905-1970)













































A mi hermano Luis Alberto Meléndez Meléndez,
en cuya mirada continuamente veía el reflejo puro y transparente de mis abuelos Papa Chú y Mama Teresa; era el hermano que desde pequeño siempre intenté imitar-en vano- porque nunca disfrutaré del buen prestigio de hombre noble y bueno que de él hizo el pueblo caroreño y quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y tratarlo personalmente; como muchos mártires anónimos, mi hermano fue brutalmente asesinado el 18 de diciembre de 2008, y con él se enterraron todos mis sueños de opio.
























UNA CONFESIÓN INNECESARIA




Entiendo que ningún poema o libro de poesía debe tener como preludio una aclaratoria. En principio porque la poesía no tiene explicación alguna. Se escribe y punto. Se vive. Nada más. Sin embargo, hoy quiero confesar, a corta pisa, porque me da la grandísima gana, que el año pasado, esto es: en el 2008 conocí una linda joven la cual, obviamente, inspiró parte de este poemario. Cuando casi lo concluía, una manos asesinas, despiadadas, cobardes, le quitaron la vida a mi hermano Luis Alberto Meléndez Meléndez; un ser humano que nunca en su vida hizo mal a nadie. En ese gran cuerpo siempre hubo un niño travieso. Juguetón. El egoísmo, la envidia y la ingratitud de personas inescrupulosas y sin sentimientos, propiciaron éste macabro acontecimiento, que marcó para siempre no solo mi vida sino la de toda mi familia. Por ello en este poemario, originalmente titulado Sueños de Opio, existe un nuevo elemento: la rabia, la impotencia, la tristeza. Bueno...finalmente, la existencia del hombre no es más que sexo, muerte y vida. Lo demás es filosofía. Cosmología. Es decir: mierda. Pura mierda.

Leopermel


Carora, 18 de Enero de 2009































-I-


Yo voy a morir en otro sitio
Donde tú puedas cabalgar
mi orilla







































-II-

Me quedaré aquí en el monte
Echándote de menos
No más luto
No más noches sin ti







































-III-



No hay pasos ni caminos
No hay olvido
Te quedas aquí
porque yo así lo quiero





































-IV-


Mi temor no es cumplir la penitencia
No es necesario esculcar la llaga
Soy un animal efusivo de fácil
/amaestramiento

Créeme
nadie dividirá el espacio,
con tus perfectos glúteos
/ en mis manos
esta noche el universo es mío



































-V-


“¿Te acuerdas del primer beso que te di?
¿Cuántas veces te he dicho que te amo?
¿Cuántas veces he mirado tus ojos
y he muerto en ellos como la lluvia
/al amanecer?
¿Cuántas veces he nacido
en cada beso que tu boca besa mi boca?
¿De qué manera debo decirte que el amor
de mi vida eres tú…Solamente tú?”




































-VI-




Camino tu cuerpo como ánima trasnochada















































-VII-


Tu boca es un paisaje histórico
Lo confirman tus ojos:
“profano paraíso”


La ciudad en ti huele a silencio
Impúdicamente
me descubro









































-VIII-






El olvido
paradójicamente
explota en mis bolsillos







































-IX-





No hay más placer que tú
No hay más necesidad que tú
No hay más casa que tú


Mi reino no tiene identidad






































-X-


Desde aquí observo
los olvidos de la ciudad


Orgasmo puro











































-XI-



¿A qué hora
la muerte duerme?


¿Exactamente qué rostro
es hoy?


¿Qué tan inmortal es Dios?































-XII-



Padre Mío
que estás en el Cielo


Santificadas sean las mujeres
que me amaron


Y dejaron mi cuerpo
Disperso
en tú nombre




Ven a mi Reino
urdido de deseos
convierte mi tristeza
en el arcoiris de Noé


Has realidad el sueño del mendigo
Bendice los hijos que no conozco
Perdona mis pecados
Como yo perdono al que conduce


a mis hermanos a la miseria



Perdona mis fornicaciones
como yo perdono al Papa





que solo recibe en su departamento


Reyes y reinas
Príncipes y princesas
Morbosos borrachos de Alta

/Alcurnia



Y se conforma con saludar
desde “el Papa Móvil”
a la muchedumbre que cree
en un mundo de igualdad



Padre Mío
que estás en el Cielo

Perdona mis pecados
No te metas en líos.




















-XIII-


Mi locura es ancestral
Estoy condenado a vivir
/como un perro

Cada vez que entro a una iglesia
me cruzo de piernas y siempre
siempre
hay una ex novia apostada en la salida
que lascivamente me grita
“Es inútil no hay salvación para tú alma”


























-XIV-


Rancio es el olvido que agota mi sexo

Mi piel hiede a profundo

Nadie como tú

humedeces la ciudad sintiéndome

La noche es fuego en Mene Grande

Soy un animal de fácil amaestramiento

Todo es cenizo en tu bosque

Duele este sosiego

“quédate sin distancias
acuéstate no temas abrir tu pecho”























-XV-

Tú cultiva la tierra siembra lluvias sobre mi desértica Carora
Ensortijados espejos reflejan mis soledades
En ti encontré muerto el miedo de mi infancia
Oigo el silencio sembrado de Papa Chú
En tus ojos dejo mi campanario

¿Quién se llevó mi crucifijo? Deja aquí tus duelos


Siénteme mujer
mira aquí adentro
Te debo mi resurrección


Tuyos son mis sueños de opio




























-XVI-


Sé que Carora te reclama puñal escribo
¿Olvidas mi necesidad de loba?

Ahora soy verdugo ahora mismo





































-XVII-


El sol quema como cada uno de tus besos
“¿Por qué la tristeza de ríos en tu mirada?”

Yo he visto a Dios colgado de tus pechos
Sólo un ser divino puede ser ángel y hombre
/en tus entrañas

Tu pubis incendia
donde la despedida
cae de golpe































-XVIII-


Toma mi espíritu tócalo
¿Por qué regresa mi culpa?
¿Por qué me duele el regreso?

Si disparo
¿Desaparecerá el deseo?































-XIX-

Tus ojos se secan hasta aquí
“móntame otra vez,
ábreme
por dentro”

¿Habrá perdón para mis pecados?





































-XX-

En este juego sólo yo pierdo
Me soslayo la piel en un vocablo
¿Qué hago con esta tentación?




































-XXI-


De tus manos he bebido el cáliz del
/sacrificio








































-XXII-

Celebro mi sobredosis de amargura
hoy soy un hombre sin risas
un andamio de silencios
una ciudad de monóxidos espantos
soy infiel y leal, simultáneamente,
adúltero confeso
sin horarios de lluvias,
sin tanto pudores fétidos
un revolucionario de Cristo,
putísimamente profético, a pesar de Nietzsche.

































-XXIII-


Quiero recordar este momento
En fin quiero llevarme a Carora
pegado a mí
el olor de tu mágico bosque

“tus ojos amor mío me llevan al tártaro
déjame dormida en tus sueños”
































-XXIV-


No estoy de humor para recoger recuerdos
Tampoco deseo hablar con nadie
No hay vastedad para el sosiego
Desde hoy sé que nunca más seré el mismo
Sé que el infierno me espera y nadie me hará compañía
Así que mejor
cuando amanezca
venderé mi alma al mejor postor































-XXV-


Es un poco tarde para decirlo
Tú eres la amante que amo
La amante que amo hondamente
La amante que amo solitariamente

“¿Qué pensabas cuando hacíamos el amor?”
-Que nunca te amaré como la amo a ella

































-XXVI-


Nadie como tú besa mi muerte
bebe mis entrañas
lame mi espada
con esos gemidos de perra en celo
bajo al pozo de los milagros
sediento por beber en tus manos mi traición de fuego






























-XXVII-


Me llevo el sabor de tu vientre
inconcluso a media sangre
Bárbaros augurios me esperan
me esperan

Siempre seré un templario prisionero
¿Habrá perdón para mis pecados?




































-XXVIII-



Padre mío,
¿Te enteraste?
¡Mataron a mi hermano!
¿Me escuchas, Padre?
¿Padre, me escuchas?
¿Por qué no socorriste a mi hermano
cuando más necesitó de ti?
¿Sus gritos, su dolor
fueron excluidos
excluidos
de tu misericordia?


































-XXIX-


Padre mío
te doy
la agonía y los llantos de mi madre,
mi Cruz de pecador
a cambio de mi Fe perdida






























-XXX-


Está de vuelo el olvido
La sangre de un mártir perfuma la calle

 
! EJERCITO DE POETAS - "©-2008 ¡¡Por unica Vez... disparen las letras...!;
ir arriba