Amo las noches, sin tinieblas, claras
la montaña que se yergue airosa
pretensiosa quiere besar, garbosa,
a la Luna, ofreciendo sus aras.
Amo a la brisa, del mar, melosa,
en espera de tu barca, anclaras
y en el cenit del sol despertaras
la modorra que me trae perezosa.
Te amo a tí, por tanto desvelo
en solazar mi arca somnolienta
perdida en el devenir del tiempo.
Modo de espera en pasatiempo
la hora macabra que pasa lenta
llanto o risa fluirá en anhelo.
Leonor Rodríguez Rguez.